La etapa de Infantil de 3 a 6 años, está caracterizada por el desarrollo de la estimulación temprana que ponga en marcha todas las capacidades de los niños y las niñas.
+ infoLa etapa de educación primaria (desde los 6 a los 12 años) está estructurada en tres ciclos de dos años.
+ infoLa educación secundaria obligatoria, distribuida en cuatro cursos, va desde los 12 a los 16 años.
+ infoFavorecer el establecimiento en el Centro de las medidas oportunas para atender la diversidad de capacidades, intereses y motivaciones del alumnado y se adapten las respuestas educativas a las características particulares de los escolares.
+ infoDesarrollar el espíritu franciscano de cercanía, fraternización, alegría, y sencillez, rechazando todo tipo de discriminación que atente contra los derechos fundamentales de la persona.
Desplegar y organizar sus capacidades cognitivas, ejercitar y fortalecer su inteligencia de manera que pueda asimilar los conocimientos necesarios y afrontar con éxito cualquier situación o problema.
Aceptando y cuidando el propio cuerpo, potenciando las habilidades físicas y motoras, y adquiriendo hábitos de vida sana y gusto por la actividad física.
Promover la autoestima, alcanzar el equilibrio personal y establecer unas relaciones (de familia, de amistad, de trabajo, de pareja,…) que contribuyan a la realización propia y a la de las personas con las que trate.
Tomando conciencia de pertenecer a unos determinados grupos sociales, y de las exigencias que ello comporta, y cooperando, desde las propias convicciones y desde el respeto a las de los demás, a la construcción de un mundo más justo y más humano.
Cultivando la sensibilidad por la belleza y contribuyendo al respeto y mejora de la naturaleza, el medio ambiente, el arte y la cultura.
Adquirir la capacidad de analizar y asumir los valores morales de la sociedad desde una óptica cristiana, con espíritu positivo y constructivo, y llegar a la elaboración de una escala de valores propia, que favorezca la configuración de la persona y su aportación activa a la sociedad.
Desde el mensaje de Jesús de Nazaret, como posibilidad de una realización personal más rica y plena, que potencia el dinamismo espiritual y capacita para el compromiso en la búsqueda de soluciones personales a las cuestiones y preguntas sobre el ser humano y la sociedad, sobre el pasado y el futuro, sobre el sentido de la vida, de la historia, del mundo…